Este viernes a las 21:30 hs. en el centro cultural de La Paloma, buen cine con entrada libre y gratuita. Invita grupo Ojo de Buey.
"Lars y una chica real" por Sol Santoro span> sols@imaginacionatrapada.com.ar ("Lars and the real girl", USA, 2007) Director: Craig Gillespie. Producción: Sidney Kimmel Entertainment Guión: Nancy Oliver. Reparto: Ryan Gosling, Paul Schneider, Emily Mortimer, Patricia Clarkson.. Fotografía: Adam Kimmel. Música: David Torn. Montaje: Tatiana Riegel. Duración: 106 minutos.
Lars carga con un gran peso. Su madre murió en el mismo momento en el que él nació. Como un canje, uno por el otro. El filme focaliza en la vida de ese pequeño años después, durante su vida adulta. El más chico de los dos hermanos tiene dificultades para generar contacto con un otro. Su vida transcurre de manera esquemática, actúa casi por inercia. Vive solo, va al trabajo y vuelve a encerrarse. Es querible pero ajeno, escurriéndose del compromiso afectivo. Quienes lo rodean le preguntan y le sugieren que conozca a alguien, pero él no puede y tampoco quiere escuchar esas sugerencias. Lars ha sufrido mucho y eso se traduce en dolor físico ante la posibilidad de contacto. Sin embargo, cierto día el protagonista decide relacionarse con alguien, o con algo. Compra por Internet una muñeca y la presenta como su novia Bianca. Para él no es un chiste ni mucho menos, sino tal vez sea la manera de construir a alguien perfecto para él. ¿Cómo congeniar las ganas de tener una compañera y el miedo a quemarse en el intento? Lars busca una mujer que no pueda herirlo, alguien que no pueda hacerlo caer en la sensación de pérdida, una pareja sin riesgos, y esa certeza no puede hallarse en una mujer. Él encuentra en ella una suerte de reaseguro, o un primer acercamiento hacia algo que venía negando. Él es un hombre muy querido por su familia, su hermano y cuñada, y por el resto del pueblo y ante esta situación todos deciden apoyarlo, seguirlo, creerle. Porque a pesar de que todos comprenden que esta viviendo una ilusión, es igualmente claro que él está en proceso de cambio y que en ese momento encuentra algo de felicidad en su compañera imaginaria. También es cierto que nadie puede juzgarlo, cada familia tienen sus particularidades y comprenden las fantasías de Lars no son ni mejores ni peores que el resto de las problemáticas. Es curiosa la forma en que el protagonista entra en contacto con una doctora, que también es psiquiatra. Dentro del universo que él crea para Bianca percibe una enfermedad, o un malestar. En un punto el pone en ella cada uno de sus miedos y dolores, y la idea de enfermedad es uno de ellos. Decide llevarla a una médica, quien inmediatamente se da cuenta de lo que le sucede. Ella le propone un tratamiento particular. Mientras cura a su novia, cada semana, lo invita a esperar con ella en lugar apartado, solos. Será en esos espacios en los cuales podrá poner en palabras por primera vez sus más sinceros temores. Lars le cuenta a la médica que cuando alguien lo toca siente como si algo lo quemara o lo lastimara. No esta acostumbrado al contacto físico. Con la única que no siente eso es con Bianca. Bianca significa en este momento lo más cercano que se puede encontrar él a una mujer, es parecida a una, luce como tal, pero no lo es. No lo quema, porque realmente no tiene la posibilidad de rasgarlo. El decide su historia, su vínculo, su pasado y hasta los rasgos de su salud, es como aferrarse a algo seguro e irreal, pero en el fondo no deja de ser un intento de acercamiento. Puede ponerse en relación con esto un momento del filme que simboliza el proceso que está atravesando Lars. En cierta ocasión, lleva a su novia a la iglesia, al salir una de las mujeres del pueblo le entrega un ramo de flores. Las flores son de plástico, él las mira contento y le dice, se dice, que es mejor que sean de plástico, porque de esa manera durarán para siempre. Como con su muñeca, él no prioriza lo vivo y las posibilidades que sólo algo con vida puede tener, sino la durabilidad, la seguridad de que sea para siempre. De esta forma puede verse de que manera Lars utiliza a la muñeca para depositar en ella temores que le son propios. Y además del temor al abandono, logra abordar su miedo al embarazo. En alguna de las sesiones con la médica, y partir de una conversación sobre su cuñada, llega a este tema. Para él, el embarazo no esta ligado solamente a la posibilidad de vida, sino que trae consigo la idea de muerte, el peligro. Lars no quiere que su cuñada se muera, porque ve en ella la posibilidad de que se repita su historia, la de su madre, pero además se inventa una mujer que no pueda quedar embarazada, que no pueda formar una familia, porque eso paradójicamente prolonga su existencia. Durante el desarrollo de filme se hace evidente que algo está cambiando en el personaje, una idea de elaboración de los miedos. Claro que no los puede abordar de forma directa, ¿quién puede?, rodea el conflicto depositándolo en otro. Aún no puede verlos en él y los desplaza a un objeto. De alguna forma, esta fantasía le permite depositar las miradas en otro, coloca otro protagonista. Y en el desarrollo de esa fantasía logra abordar situaciones que antes le eran impensadas. Es a partir de esta relación que se vincula más fluidamente con sus vecinos, con sus compañeros de trabajo y asiste a eventos sociales, tales como fiestas. Estar, o imaginar, a Bianca es para Lars una suerte de escudo. Lo protege, de él mismo y de entorno. Cumple con el mandato social y comienza a despojarse de sus problemáticas.
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